miércoles, julio 30, 2008

Ennio Moltedo al Premio Nacional de Literatura 2008



La Sociedad de Escritores de Chile, Filial Valparaíso, presentó la postulación del poeta Ennio Moltedo al Premio Nacional de Literatura, versión 2008, basándose en el reconocimiento de una obra de ya cinco décadas, y que se ha constituido en una de las más logradas representaciones poéticas de la ciudad-puerto de Valparaíso en su historia literaria. Sus títulos más destacados son: Cuidadores, 1959; Nunca, 1962; Concreto Azul, 1967 (reeditado, 2001); Mi tiempo, 1980; Playa de invierno, 1985; Día a día, 1990; Regreso al mar, 1994; La Noche, 1999; y finalmente, Ennio Moltedo. Obra Poética, 2005. Además de obras en colaboración, con Neruda, y cronística sobre Lukas, entre otras publicaciones. Sobre todo, su destacada labor editorial, con Breviarios del Valparaíso Regional, desde 1993 y hasta la fecha.

Ennio Moltedo, "el hombre invisible", según la definición del profesor universitario Adolfo de Nordenflycht, o bien, "el rebelde silencioso" al decir del poeta Juan Cameron, ha revelado una obra visible y concreta a través del cultivo –tal vez el más destacado en el panorama literario actual– de la forma del poema en prosa. Esta poesía, de alto contenido clásico y experimental, se inscribe en la tradición de la poesía chilena desde fines de los años 50 en adelante. Poesía de la claridad, el existencialismo, lo concreto-abstracto y la nueva figuración de los contenidos identitarios de nuestra cultura. El arco de cinco décadas de labor poética desde "Cuidadores" (1959) y hasta "La noche" (1999), según Claudio Gaete y Guillermo Rivera –autores de la principal summa poetica del escritor– da cuenta de una "jerarquía imprevisible que va desde el retorno de las primeras cosas hasta la revelación de la muerte", itinerario en el cual el arte de Ennio Moltedo traza una huella irrenunciable de su mejor ejercicio, a saber: la certeza ética de que en cada palabra escrita radica una experiencia integrada de verdad, libertad y belleza.

Así, todos los poetas y creadores de nuestra región, debieran sentirse felices e identificados con esta postulación, pues viene a declarar la importancia cultural y el valor literario de un ejemplo ético y estético reunidos en su labor poética.

Esperando que esta postulación dirija las miradas sobre la creación de provincia, es que no esperamos ganar -en esta ocasión- sino sentar un precedente del peligroso y equívoco centralismo, que también afecta a los premios nacionales.


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