lunes, noviembre 13, 2006

LA VIDA POÉTICA

A Leonel Lienlaf

¿No ve, hermano, que la vida
poética es alcanzable para los mortales?
¿Y ese sur de la noche violenta aún,
aún en este puerto kilómetros
al norte, la sangre calentando? Los carabineros,
claro, son los mismos -nunca han dejado
de serlo-; y esta escena de comisaría
-las esposas, el encierro, las botas-
no ha variado. Treinta años, cien
años, ayer, también llenaban papelitos
con sentencias y frases tribunicias.
La diferencia es que esto es francamente
cómico: ya no queman las casas, ya
no escupen el vientre que a uno
le parió, ya no usan máquinas
eléctricas. Claro, estos tiempos
son enteramente repetición, pero fíjese
en esta decadencia; usted con sed
de whisky, y el teniente con el zapato suyo
marcado en el honorable mentón.
Olvidemos la tragedia de ayer, por este
rato. Es la vida poética. Todo juega
a repetirse, pero ahora da a lo más
para hacer chistes, pensar en la noche
violenta del sur, hacer poemas
de circunstancia, reposar en el rol que nos toca
en esta opereta final, y ocuparse en la mañana
de otros asuntos. Nos libre este sur de la sangre
de tomar las cosas en serio. Alcemos
los vasos.

1 comentario:

Shlomit Baytelman dijo...

Gracias por compartir este poema.

Un abrazo.

Shlomit.